martes, 10 de julio de 2012

Arde la calle

Dios, las vacaciones sientan de lujo. Uno no sabe lo que son de verdad hasta que se pasa todo un curso careciendo de esos benditos cinco días seguidos sin estudiar, porque resulta que siempre hay algún graciosillo que fija un examen a la vuelta de la esquina.

Ahora solo tengo ganas de tirarme en la cama, tirarme en la playa, tirarme en la piscina, ... todo lo que tenga que ver con tirarme (sí, en el mal sentido también). Leer, perfeccionar la técnica con la armónica, escuchar una y otra vez todos los vinilos que tengo, pasear, ir al mercadillo a buscar chorradas, viajar (de esto creo que me voy a hinchar),... y me caso con quien me compre una cámara instantánea o me enseñe un método reentable para usar mi reflex de carrete. 

Realmente es como lo que pasa en las películas, como lo que dije ya hace un par de entradas. Este es un momento para vivirlo al máximo, para descansar, y para hacer todo lo que se te ocurra con tus amigos. De "vamos a la playa" y vamos a la playa. De "nos pillamos una casa rural" y casa rural que nos pillamos. De "tío, vámonos a Mallorca" y en bicicleta si hace falta. Pasar un verano de los que se olvide todo lo que hemos aprendido en el curso, porque queremos olvidarlo aunque sea por unos meses. De acostarnos tarde, de disfrutar el día al cientodiez por cien, de escuchar música y de que cada momento vivido tenga su banda sonora.

Por lo pronto, hacer cosas nuevas, pero sin olvidar lo clásico. El autobús está subestimado, tiene que usarse más. Los vuelos low-cost, hay que aprovecharlos. Ir a donde sea, a donde no hayas estado antes (ese es el motivo por el que la gente viaja, ¿no?). Buscarse la vida con poco dinero y muchas ganas de pasárselo de puta madre. 

Poderse... se puede. Sin muchas ilusiones ni idealizaciones sobre cada cosa que se haga, sino que, simplemente, cada cosa sea llevada al máximo exponente. La vida mola mucho más con esos pequeños momentos que se hacen grandes, porque nosotros nos hacemos grandes con ellos en el presente y en el recuerdo.

Pero hay que empezar todo con un toque de toda la vida, una música que motive, que nos lleve hacia delante y que saque ese lado rockero que triunfa allá donde vaya.





Y lo repetiré: Chicos, este verano tenemos que SER LO QUE PASE EN NUEVA YORK.

1 comentario:

  1. Con que tirarme no? no sé yo... jajajaja

    Y por cierto, yo te iba a regalar la cámara instantánea tonto...>.< asi que ya sabes, nos tenemos que casar :3, pilla un vuelo a las Vegas! xDDDDDDD

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