lunes, 31 de diciembre de 2012

Como de año en año.

Parece que ésto se acaba. Y ni fin del mundo ni leches fritas. ¿Tenéis todos vuestros buenos propósitos y el equipaje hecho? Llevad solo lo imprescindible, llegamos al 2013.

Éste año pasado, como siempre pasa, nos lo tomamos como si fuera una época pasada por el hecho de llegar las doce de la noche del 31 de diciembre. Pero nada más lejos, es sólo pasar de día, pasar de minuto, de instante. Todo el 2012 sigue ahí detrás, mirándonos con cara nostálgica, y sus efectos siguen aunque saltemos por encima (como huyendo de una explosión en una película de tiros) de esa franja de un año y seis horas que marcamos por las estaciones.

El amigo que perdiste uno, o dos días antes, sigue perdido. El suspenso que obtuviste aun partiéndote el espinazo, sigue ahí. La persona a la que fallaste, sigue sintiéndose fallada.

Ahí está el error de todos. Creer que por poner un número más al final de la fecha, ha pasado todo, se borra lo anterior. Que por tener que cambiar de calendario, el mundo vuelve a ser genial. No nos engañemos, el día 1 nos trae subidas en el precio de casi todo, y un agujero menos al cinturón económico de la familia y la pequeña empresa.

No podemos pretender que por tener buenas intenciones se vayan a cumplir todos los sueños que nos proponemos para ese año, y que al llegar al final y ver que no hemos hecho nada, nos entre la prisa por resetear.

No podemos hacer eso, seguir equivocándonos.


Hay que saber que cada momento que hemos vivido, malo o bueno, está pasado. Que son todos ellos increíbles, porque nos han llevado al aquí y al ahora, al reunirnos con toda la familia para tomar 12 uvas y atragantarnos entre equívocos intentos de seguir el ritmo y copas de champán. Que no solo cada año es único, sino cada segundo lo es. Esos segundos son los que hay que aprovechar, para cada uno de ellos tenemos que tener un propósito, y vivirlos al máximo exponente. Que cada momento es bueno para deshacer un entuerto, reparar lo dañado, invitar a un café y arreglar las cosas hablándolas, porque nada se soluciona con buenas intenciones y dejándolo estar. Que una nueva oportunidad es posible para cada uno de nosotros, detrás de cada esquina, de cada movimiento tembloroso del segundero, de cada mala cara y cada lágrima. Que podemos ser solo una pequeña mota de polvo en un inmenso océano cósmico; pero somos la mota que hace retumbar en el vacío, a una sinfonía comunitaria, un "estamos aquí, estamos vivos, y no pensamos callarnos".

Que el ser humano es fantástico. Nunca hace siempre lo correcto, nunca deja que las cosas le superen, siempre busca una solución, siempre cae en el mismo error, siempre dice lo que no tiene que decir, pero lo rectifica; siempre pierde la fe, y la recupera. Y por eso es humano, y por eso es maravilloso.




viernes, 28 de diciembre de 2012

Un punto azul pálido.

"Este pequeño punto, quizás así no tenga particular interés... pero para nosotros es diferente. 




Consideremos nuevamente este punto. Míralo. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. Ahí ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos los seres humanos que han existido. 

La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.


 La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. 

Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de un lugar del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra parte del punto. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. 

Nuestros posicionamientos, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo ... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. 


Nuestro planeta es un solitario grano de polvo en la gran penumbra cósmica que todo lo envuelve. En nuestra oscuridad -en toda esta vastedad-, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. Dependemos sólo de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. 

Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y yo añadiría que formadora del carácter. En mi opinión, no hay quizá mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. 




Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que jamás hemos conocido."

.- Carl Sagan

domingo, 16 de diciembre de 2012

Bienvenido a la ciencia

Conozco un lugar donde el Sol nunca brilla. Está en el fondo del océano. Una grieta de la corteza de la que emanan sustancias tóxicas y calienta el agua hasta su punto de ebullición. Eso mataría a un ser humano al instante. Pero ahí hay criaturas, bacterias, que prosperan alimentándose de azufre y excretando ácido sulfúrico.

Conozco un lugar donde la temperatura es de 15 millones de grados, y la presión te comprimiría hasta un punto microscópico. Ese lugar es el núcleo del Sol.

Conozco un lugar donde los campos magnéticos te desintegrarían átomo a átomo. Es la superficie de una estrella de neutrones.

Conozco un lugar donde surgió la vida hace miles de millones de años. Ese lugar es éste, la Tierra.



Conozco esos lugares porque soy científico. La ciencia es la manera de averiguar cómo son las cosas. Es lo que Richard Feynman llamó "una forma de no autoengañarnos".




Ningún vidente, a pesar de sus afirmaciones, ha ayudado nunca a la policía a resolver un crimen. Los forenses científicos lo hacen continuamente.

No fue un practicante de la homeopatía quien encontró la cura contra la viruela o la polio. Lo hicieron científicos, los médicos.

No fue un creacionista quien descifró el código genético. Lo hicieron químicos. Lo hicieron biólogos.




Usaron física. Usaron matemáticas. Usaron química, biología, astronomía, ingeniería.
Usaron la ciencia.





Puedes experimentar la emoción del descubrimiento, el increíble, el visceral sentimiento de hacer lo que nadie antes había hecho, de ver lo que antes nadie había visto, saber lo que nadie antes había sabido.

Sin bolas de cristal, sin cartas del tarot, sin horóscopos. Solo tú, tu cerebro y tu capacidad de pensar.



Bienvenido a la ciencia.

Te va a gustar estar aquí.

.- Phil Plait



El original AQUÍ ; traducido, AQUÍ

domingo, 2 de diciembre de 2012

Carl Sagan

¡Qué cosa tan asombrosa es un libro!

Un objeto plano que se hace con un árbol, y tiene esas partes flexibles sobre las cuales están impresos un montón de garabatos raros. 

Pero nos basta con echarle una mirada y ya estamos dentro de la mente de otra persona. De alguien que tal vez haya muerto hace miles de años. A través de los milenios, un autor habla con claridad y sin ruido dentro de tu cabeza. Directo a ti. 

La escritura es quizás la más grande de las invenciones humanas, capaz de unir a personas que jamás se conocieron, a ciudadanos de épocas distantes. 


Los libros rompen las ataduras del tiempo. Un libro es la prueba de que los humanos somos capaces de hacer magia.


lunes, 26 de noviembre de 2012

John Silver

Más allá de la noche que me cubre negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado. Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida. Más allá de este lugar de cólera y lágrimas, donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma.








(William Ernest Henley - A book of Verses)

lunes, 29 de octubre de 2012

Y más allá.

Hay miles, millones, billones de estrellas en el firmamento. De cuerpos estelares, asteroides y cometas. Planetas, y gigantes rojas. Muchas de las luces que nos llegan del espacio provienen de estrellas que ya no existen, que murieron hace muchísimo tiempo. Así como no nos llega la luz aún de las nuevas estrellas que acaban de nacer.

El universo es infinito, la realidad en sí misma. Silenciosa, completa. Con infinitos de posibles quizás que se dejan entrever en cada esquina de elección, en cada proceso químico, en cada división de átomo. Creando universos paralelos a los que se nos es imposible acceder.

Todo lleno de planetas  que, como el nuestro, puede albergar vida. Con otra ciudad como ésta, con otros trabajos, o con otros niños jugando a los tazos a la hora del recreo. Que miran hacia arriba pensando lo mismo. Tan probable, que resulta casi imposible imaginar que no haya posibilidad de vida "ahí fuera".

Observar e imaginar la inmensidad del universo nos hace pensar muchas cosas: en lo pequeños que parecen los problemas en comparación, las enormes posibilidades que hay, y lo afortunada que es cada persona de poseer vida propia.



El ser humano es fantástico. Puede mirar algo, y sacarle todo el partido que quiera con su imaginación. No tiene fronteras, no se le puede encerrar en un mundo de cartón. Siempre querrá más, imaginará más, irá más allá de cuanto se imponga. Luchará por cada  mínima esperanza que haya, hará de cada momento un descubrimiento asombroso. Su filosofía de vida no es solo vivir, sino arriesgarlo todo por la curiosidad que tanto le caracteriza,  y hacer el día un poco más interesante y una oportunidad de aprender.

Tan seguro estoy de esto, como de que el hombre conquistará las estrellas y llegará al confín de todo lo que existe.


Sabiendo lo infinita que es la realidad, las posibilidades que tenemos, y lo pequeños que son los problemas ante todo eso, ¿por qué no habríamos de salir a la calle con ganas de comernos el mundo universo?


No somos pequeños, diminutas motas de polvo en la inmensidad.
Somos lo más grande, el mecanismo de las elecciones, los creadores de nuestra propia realidad.

miércoles, 3 de octubre de 2012

New Slang


Así deberían ser todos los viajes de fin de semana. Un coche, música, buena compañía… y la carretera. Por nacionales y carreteras secundarias, por supuesto. No hay prisa.

En este caso, más concretamente por carreteras del norte. En los alrededores de Valladolid, en pueblos preciosos, y de los que alguno no me está permitido nombrar a instancia de quien me lo mostró.
Empezamos en Valladolid, una pequeña ciudad que nada tiene que envidiar a una gran metrópoli. Las calles anchas dejan entrever las más suntuosas callejuelas, donde se esconden tiendas a las que parece que el tiempo no afecta. El precio, en su mayoría, nos pone los pies en tierra ante la maravilla de productos que te puedan mostrar, entre cachivaches, antiguallas y demás artículos curiosos.

El frío calaría al más incauto, pero con un buen abrigo resulta incluso rejuvenecedor. Ni el viento cambia el ánimo del transeúnte.

Antes del almuerzo, tomamos rumbo a Villagarcía, con la promesa de un tentempié de lo más suculento. Siguiendo la ruta de la carretera más cercana, el coche parece ser casi el único en el recorrido, algunos rezagados del inexplicable éxodo de la vía interurbana secundaria son toda la compañía que encontramos en el trayecto.

Se extiende a ambos flancos una inmensa y amarilla llanura sólo interrumpida por algunos molinos, no demasiado lejos, que nos acompañan en todo el recorrido. El cielo, antes nuboso, ha pasado a ser por arte del viento una mezcla, casi equitativa y completamente heterogénea, de azul y gris. El sol entra por los claros, y las sombras que dejan en la carretera venidera son un claro reflejo de lo que arriba acontece.

Pero nuestra primera parada es en un pueblo aún más cercano. Dejamos el coche en la plaza central, y nos abrimos camino a pié hasta el mirador, desde donde confirmo, se puede ver una de los paisajes más bonitos que pueda haber. Cambiando de color el suelo de la llanura en cada estación, se presenta una inmensa llanura bañada por el sol, con diferentes tonalidades de amarillo, y algunas partes verdes, con hierba fresca, que dibujan las siluetas del viento. Está todo en reposo, como un enorme lienzo al que no le encuentras el marco por más que miras.

Volvemos al camino, y la ruta de los Montes Torozos nos llama. No son más que colinas, pequeños montes, donde se suele asentar un pueblo. Se caracterizan porque su acabado natural los ha convertido, repentinamente en la silueta, en mesetas. Bajando la colina, llegamos a Villagarcía, al convento de los jesuitas, y la comida no nos decepciona en absoluto, sino que supera nuestras expectativas. Aun siendo un reencuentro con el ya conocido por mi infancia “comedor del colegio”. Tras la comida, los cafés y los licores, procedemos a visitar el museo. En el mismo monasterio y en la parte antigua se extienden jardines absolutamente fantásticos, y una colección de reliquias de La Batalla de Trafalgar y demás enseres religiosos que no tiene nada que envidiar a cualquier otro museo. Incluso la iglesia, aunque humilde, nos deja boquiabiertos.

De nuevo, tras reposar la comida, nos dirigimos otra vez hacia el coche. Esta vez para visitar Urueña. La llamada “Villa del libro” por la cantidad de librerías que acogen sus calles. La muralla custodia la ciudad, desde donde las vistas del atardecer en la inmensidad de la llanura castellana resultan hipnóticas. Visitamos las librerías para irnos de vuelta antes de que el sol se ponga. Se usan de estanterías los alféizares de las ventanas de las calles, y las paredes acogen frases tan emblemáticas como ésta.

Suavemente abierto entre las manos
Un libro es un rincón escrito
Y en el ángulo que observamos
Está el Aleph, el punto
Donde convergen todos los puntos
El universo infinito

Y ya, para la vuelta a Valladolid, se despide el cielo con la Luna llena al Este, cubierta por un manto oscuro, el cielo ennegrecido y la bruma; y el Sol al Oeste, en oposición al lado contrario, tiñendo de naranjas el cielo aún un poco azulado  y ocultándose. Dejando así, justo sobre nuestras cabezas, la línea divisoria de la oscuridad y la luz, del día pasado y la noche que viene.


(Una de mis canciones favoritas para viajes en coche)



domingo, 16 de septiembre de 2012

Un Loco Social

Me he vuelto un alienado. Un loco en el sentido social de la palabra. He llegado a la conclusión de que muchas verdades universales, son solo porquerías generalizadas. Se actúa conforme a un canon cuyo génesis nadie se ha molestado en investigar. El egoísmo corre por las calles, y la falsedad se apodera de hasta el más inocente.

Se puede ver en cómo actúan los más cercanos, o los más desconocidos. Personas a cientos de kilómetros o los más íntimos amigos,... o ambas cosas. Realmente no se puede culpar a nadie, porque todos lucharían por esa idea, les reconforta un comportamiento que evita que se vea cómo son en realidad. La falta de exposición a sus problemas es el precio que se paga por no sufrir más de lo necesario de manera inmediata. Todos lo hacen, ¿eso hace que esté bien? Se hacen promesas vanas sin más valor real que un contrato escrito con tinta invisible en una servilleta de bar. El respeto por uno mismo se pierde, y se busca el placer inmediato por encima de todo, no la felicidad.

 Las palabras, tanto o más que un puñetazo en el bazo, duelen. Como éstas mismas, aunque no vayan dirigidas a nadie realmente. Es sólo un grito de socorro de alguien que ve a su alrededor que la hipocresía es algo tan normal, que ya no significa nada. Aunque sus autores vislumbren, en mayor o menor medida, que han hecho algo mal, lo que también da una bocanada de sentido común, que a todos nos viene bien, pero no dura.

Y lo peor es que no tiene solución, está metido en las raíces. Sin importar quién esté delante, quién esté en el fuego cruzado, o quién reciba una bala perdida.

martes, 31 de julio de 2012

Terreno inexplorado

En todo el universo conocido y por conocer, en la realidad general, siempre se nos escapa algo. Hay ciertos aspectos de lo que nos rodea que nos son difíciles de disgregar y estudiar, que no podemos concebir como una realidad porque sí, porque tienen más trasfondo. 

La infinidad de preguntas que nos surgen ante cualquier cosa nos dan la capacidad de avanzar y de evolucionar para desarrollarnos en el medio en el que nos encontramos. En una sociedad de conocimiento, de búsqueda de la verdad. La filosofía se encarga de eso, de buscar la verdad de la realidad, el origen oculto del pensamiento y del mundo.

Nos empeñamos en este sentido en buscar lo que hay más allá, fuera, en otros planetas y otras galaxias. En estudiar los organismos más pequeños, y las supernovas más enormes. No nos paramos a pensar en dónde está el origen de nuestro pensamiento, lo que nos hace ver de una forma esos objetos de estudios que otras personas no ven, donde reside el espíritu científico. La mente, esa gran desconocida de la historia, la gran realidad indesenrredable que no ha sido estudiada en profundidad. Permite el uso de nuestro razonamiento y la deducción, pero somos tan incapaces de saber su funcionamiento exacto como de teletransportarnos. 

Nos creemos dueños de nuestra propia mente, y no es así. Como ya pasó por nuestro infinito narcisismo, aparecen pensadores que nos abren los ojos y nos privan de parte del ego. Ya sea Darwin demostrándonos que procedemos de otras especies, o Copérnico poniendo un ojo en el firmamento para mostrarnos cómo no estamos en el centro de la realidad. Freud nos saca del error de pensar que somos dueños completos de nosotros mismos, de pensar que podemos controlar toda nuestra mente y que sabemos todo de nuestro cerebro. El inconsciente es un arma poderosa, inexplorada. Un laberinto del que somos vasallos. Puede cambiar nuestro humor, nuestros gustos y nuestra fe.




 Y en su estudio, se puede aprender a controlarlo. El propio y el ajeno, dándonos poder sobre otros semejantes, permitiendo hacer que luchemos contra nuestra peor pesadilla: nosotros mismos.

martes, 10 de julio de 2012

Arde la calle

Dios, las vacaciones sientan de lujo. Uno no sabe lo que son de verdad hasta que se pasa todo un curso careciendo de esos benditos cinco días seguidos sin estudiar, porque resulta que siempre hay algún graciosillo que fija un examen a la vuelta de la esquina.

Ahora solo tengo ganas de tirarme en la cama, tirarme en la playa, tirarme en la piscina, ... todo lo que tenga que ver con tirarme (sí, en el mal sentido también). Leer, perfeccionar la técnica con la armónica, escuchar una y otra vez todos los vinilos que tengo, pasear, ir al mercadillo a buscar chorradas, viajar (de esto creo que me voy a hinchar),... y me caso con quien me compre una cámara instantánea o me enseñe un método reentable para usar mi reflex de carrete. 

Realmente es como lo que pasa en las películas, como lo que dije ya hace un par de entradas. Este es un momento para vivirlo al máximo, para descansar, y para hacer todo lo que se te ocurra con tus amigos. De "vamos a la playa" y vamos a la playa. De "nos pillamos una casa rural" y casa rural que nos pillamos. De "tío, vámonos a Mallorca" y en bicicleta si hace falta. Pasar un verano de los que se olvide todo lo que hemos aprendido en el curso, porque queremos olvidarlo aunque sea por unos meses. De acostarnos tarde, de disfrutar el día al cientodiez por cien, de escuchar música y de que cada momento vivido tenga su banda sonora.

Por lo pronto, hacer cosas nuevas, pero sin olvidar lo clásico. El autobús está subestimado, tiene que usarse más. Los vuelos low-cost, hay que aprovecharlos. Ir a donde sea, a donde no hayas estado antes (ese es el motivo por el que la gente viaja, ¿no?). Buscarse la vida con poco dinero y muchas ganas de pasárselo de puta madre. 

Poderse... se puede. Sin muchas ilusiones ni idealizaciones sobre cada cosa que se haga, sino que, simplemente, cada cosa sea llevada al máximo exponente. La vida mola mucho más con esos pequeños momentos que se hacen grandes, porque nosotros nos hacemos grandes con ellos en el presente y en el recuerdo.

Pero hay que empezar todo con un toque de toda la vida, una música que motive, que nos lleve hacia delante y que saque ese lado rockero que triunfa allá donde vaya.





Y lo repetiré: Chicos, este verano tenemos que SER LO QUE PASE EN NUEVA YORK.

martes, 26 de junio de 2012

Trainspotting

"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos baratos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro.

Elige la vida... ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?"

(Trainspotting)

domingo, 24 de junio de 2012

ANTONIN ARTAUD, ¿Qué es un alienado?

¿Qué se entiende por auténtico alienado?





Es un hombre que prefiere volverse loco -en el sentido social de la palabra- antes que traicionar una idea superior del honor humano.

Por esa razón la sociedad amordaza en los asilos a todos aquellos de los que quiere desembarazarse o protegerse, por haber rehusado a convertirse en cómplices de ciertas inmensas porquerías.


Pues un alienado es en realidad un hombre al que la sociedad se niega a escuchar, y al que quiere impedir que exprese determinadas verdades insoportables.


Pero en este caso la internación no es el arma exclusiva, porque la confabulación de los hombres tiene otros medios para someter a las voluntades que pretende quebrar.


Fuera de las pequeñas hechicerías de los brujos de pueblo están los grandes pases de hechizo colectivo en los que toda la conciencia en estado de alarma interviene periódicamente.


Eso puede ocurrir durante el día, pero habitualmente ocurre de noche.



Van Gogh, el suicidado por la sociedad.


Foto: Carla Cerati


martes, 19 de junio de 2012

La economía explicada con vacas

Siempre me ha encantado este texto, y me he dicho: ¡qué coño! es el mejor momento para ponerlo aquí xD



Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.

Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te DA algo de leche.

Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te VENDE algo de leche.

Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.

Burocratismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.

Capitalismo tradicional: Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero. Luego te jubilas rico.

Capitalismo moderno: Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.

Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente, te haces millonario.

Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.

Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.

Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.

Capitalismo americano: Tienes dos vacas. Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.

Economía iraquí: Tú no tienes vacas. Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país. Tú sigues sin tener vacas.

Economía india: Tú tienes 2 vacas. Las pones en un altar para adorarlas. Después sigues comiendo arroz al curry.

Economía suiza: Hay 5000000000 vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.

Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.

Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva

Capitalismo italiano: Tienes dos vacas. Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡¡maledetto!!!

Capitalismo británico: Tienes dos vacas. Las dos están locas.

Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto.

lunes, 18 de junio de 2012

Corrientes circulares en el tiempo

La eterna ironía. ¿Qué pasaría si se pudieran desvelar los misterios de los viajes a través del tiempo?

Podrías cambiar algo en el pasado, pero al cambiarlo eliminarías la necesidad de viajar atrás en el tiempo en un momento posterior, por lo que no lo cambiarías, y todo quedaría exactamente en su mismo sitio, el momento e instante precisos para que todos los acontecimientos te lleven al punto de partida.

La filosofía de esta clase de desplazamientos es inmensa. Se cree que a través de un agujero negro de gusano se podrían alcanzar velocidades superiores a la de la luz, lo que haría que se viajara atrás en el tiempo si el transporte es adecuado y el vehículo resistente. Con esto podríamos, en teoría, cambiar los momentos amargos en nuestra vida, haciendo que todo quedara a nuestro gusto y que las situaciones desagradables estuvieran en un universo paralelo y ya inaccesible. Sin posibilidad de que al menos físicamente nos atormente la culpa o la ausencia.

Teóricamente todo nuestro universo podría cambiar con una pequeña anomalía, que si se llegara a aprovechar, alteraría nuestra visión de la vida tal y como la conocemos. Cada vida humana tendría mucho menos valor, porque es perfectamente recuperable y sustituible. Incluso podríamos tomarnos a nosotros mismos de otra época y así perder ciertos recuerdos que consideremos malos. Cambiaríamos las relaciones interpersonales, las emociones y la capacidad de afecto. Nos convertiríamos en máquinas guiadas por los instintos más primarios. Y con las mismas, cualquiera de ellas se podría hacer con el control de la sociedad. Acabaríamos volviéndonos unos contra otros por intereses egoístas.


Aunque todo esto carece de sentido cuando recordamos lo imposible que resulta cambiar algo en el pasado sin consecuencias en el presente. Todo está estipulado por tanto, y seguimos una serie de cánones que nos llevan a un lugar y momento adecuados para que se desarrolle la historia como debe desarrollarse, equilibrándose todo a partir del mismo presente, el único punto en el que podemos estar seguros de que nuestras decisiones no tendrán influencia sobre el pasado. A pesar de eso, seguimos preguntándonos qué pasaría si pudiésemos cambiarlo, si fuera todo sencillo, si no hubiese hecho eso o aquello. Preguntas sin respuesta, siempre.


"¿Y si pudieras volver atrás en el tiempo, no cogerías todas las horas de dolor y tristeza, y las cambiarías por... por algo mejor?"

viernes, 15 de junio de 2012

Sin City

Se estremece con el viento como la última hoja de un árbol que se muere. Dejo que oiga mis pasos. Se queda rígida un instante.


- ¿Quieres un cigarrillo?

- Claro, gracias. ¿Te aburren tanto como a mi?

- No he venido a divertirme, he venido por ti. Llevo días observándote. Eres muy deseable. No es tu rostro, ni tu físico, ni tu voz....son tus ojos. Las cosas que veo en tus ojos.

- ¿Y qué ves en mis ojos?

- Una serenidad salvaje. No quieres huir, afrontarás lo que tienes que afrontar, pero no quieres hacerlo sola.

- No, no quiero hacerlo yo sola.

El viento se eleva electrizante, ella es dulce y cálida, casi etérea. Su perfume es una dulce promesa que hace aparecer lágrimas en mis ojos. Le digo que no se preocupe, que la salvaré de todo cuanto le asuste y que la llevaré muy lejos. Le digo que…..la quiero.

....

El silenciador hace del disparo un susurro y la abrazo fuerte hasta que se desvanece. Ya nunca sabré de qué huía.

Cobraré el cheque por la mañana.







jueves, 14 de junio de 2012

La Edad de Oro

Esa época, embebida en recuerdos, en el fondo de la mente. Era pequeño, jugaba al Mecano, salía a la calle a jugar al fútbol, tenía un coche RadioControl, y se me quedaban blandos los cereales en la leche mientras me quedaba embobado viendo Montana, Pokémon o Digimon. Cuando la única preocupación era el tazo que te iba a salir en la bolsa de Chetos Pandilla o de que no quedaran Fantasmikos en el kiosko de la playa. Esos eran problemas de verdad. No entendía por qué la gente iba tan rápido de un sitio a otro si no estaba persiguiendo una pelota ni iba a tirarse al agua.

Imaginaba mis propios personajes en mundos geniales y fantásticos. Con dragones, héroes con armadura, espada y escudo, ... ciudades en peligro, superhéroes para los que no había nada imposible.

Dibujaba cosas siempre fuera de lo real, a excepción de animales y algún que otro paisaje con más fallos que aciertos. Me pasaba el día pensando cómo hacer para que la gente a la que veía tan estresada por todo, tuviera un respiro y fueran las cosas más fáciles. Enganchaba un par de cables por aquí, una pila allá, un trozaco de plastilina, y todo parecía  mucho más sencillo.

Hacía estaciones meteorológicas con un bote de yogur y cuatro palillos de dientes. Salía de excursión, de pesca, o me quedaba como una pasa mirando con las gafas el fondo de arena de la playa desenmarañando lo que fuera que estaba tan bien escondido.

Correr de un lado para otro, rasparse las rodillas... ¡Sí!, ¡estas son señales de haber combatido!

Todo en el recuerdo de la infancia. Ese niño no va a desaparecer nunca, ni quiero que lo haga. Me recuerda quién soy, cómo he llegado hasta aquí, y que no hay problema lo suficientemente importante que no lo pueda solucionar un poco de música que me lleve de nuevo a esa edad de oro.






Cuando eras joven y sabio, escribiendo tus cartas en la arena, y tu imaginación te llevaba todo de la mano.

¿No te has preguntado nunca qué locas aventuras puede haber en las corrientes submarinas por debajo de las olas, ... en el fondo del mar?

martes, 12 de junio de 2012

Dar el salto

"Han llegado a aburrirnos esos actores que expresan emociones falsas. Nos cansa la pirotecnia y los efectos especiales. Si bien el mundo de Truman es, en ciertos aspectos, una falsificación, el propio Truman no tiene nada de falso. Sin guión, sin apuntador,... no es siempre Shakespeare, pero es genuino. Es una vida."

Así empieza una de los mayores shows de la historia. Una vida completamente real embebida en la falsedad que se le ha mostrado. Sin opción, en principio, de elegir. 

No queda muy lejos del día a día. Queremos siempre algo que está fuera de nuestro alcance, que no conocemos del todo y que en ocasiones ni sabemos qué es. Solo sabemos que está lejos. Fuera de nuestro alrededor, de nuestro entorno habitual,... es un impulso de cambio y de mejora. Ver más allá de nuestras narices.

Las consideraciones se quedan a parte, y las consecuencias inquietan. Se desaprueba todo lo aprendido y se adquiere una nueva visión. Esa que nos hace propiamente humanos: la de querer hacer cosas nuevas, vivir nuevas experiencias y salir de lo preestablecido. Cuando ya hemos llegado a hartarnos de el plató en el que vivimos, y queremos saber hasta dónde llega  la madriguera de conejos.


Y por si no nos vemos luego: buenos días, buenas tardes, y buenas noches.


miércoles, 6 de junio de 2012

Si puedes imaginarlo, puedes crearlo

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que realmente nunca, nadie, vive dentro del mundo.

Actuamos conforme al pasado y al futuro, a universos paralelos inexistentes. A realidades que "hubieran podido ser si" o que "serán si". Es inherente a nuestra propia existencia buscar una respuesta a todas las posibilidades. Nos aburrimos en la misma realidad, queremos lo que se nos promete, lo que se nos niega o lo que tiene otro. Buscamos ahogarnos en vasos ajenos o irreales sin pararnos siquiera a ver hasta dónde podemos llenar el nuestro. Somos insaciables criaturas que no viven al día ni a la noche, que vivimos en sueños de locos.






Que me encierren. No porque sueñe despierto, sino porque intente ser el germen que haga llegar nuevas ideas, hasta entonces sólo imaginadas o escritas en cuentos y novelas, a término en este mundo.

jueves, 31 de mayo de 2012

Recuerda a Sammy Jankis

Es poco común planteárselo. No tienes dudas de quién eres, de dónde estás o de por qué actúas. ¿Cómo sabes realmente que eres tú? ¿Cómo puedes saber si existes siquiera?

Tiene que ser realmente duro despertarse una mañana y no recordar. No me refiero ya a un nivel de pérdida de memoria a corto plazo de forma patológica, sino a un nivel más bajo. De eso que la única información fiable es la que te escribiste en tu brazo con un bolígrafo y que ya está casi indescifrable. Cada cierto tiempo es como la mañana siguiente a una gran borrachera, solo que sin resaca. Quieres acordarte de todo, porque siempre tienes la sensación de que algo se te escapa y que es muy  importante.

De eso que tienes todo en mente, y todo olvidado a la vez. No puedes evitar perderte en una idea, y relacionarlas todas con todas.

Puede que muchas cosas de diario, o un cumpleaños, o una fecha, o un acontecimiento lo olvides. Pero después... una canción familiar. Te sabes cada solo de guitarra, cada palabra de la letra y cada acorde del Guitar Hero. Inmediatamente te viene a la cabeza un lugar, una situación, una persona, una sensación. No puedes evitar sentirte feliz, dolido o risueño. Recuerdas todos los detalles, y lo que éstos representan para ti. Revives, como empatizando contigo mismo tiempo atrás, todo lo que sentías en ese momento. Trasvasas tu cuerpo, al vacío, a una realidad que no existe ya, que solo está en el recuerdo.

Te sumes en el olvido, oscuro, silencioso y completo. Se convierte todo ese pequeño universo de tu mente en tu mundo, en tu realidad. El silencio base es una melodía, que ya no tiene  ni por qué sonar en el reproductor. Eres el maestro Zen.

Vuelves a la realidad, y está todo como siempre. Miras a tu alrededor: ¿qué ha pasado? ¿dónde estoy? En realidad lo sabes, pero todavía resuena la canción de fondo. No te parece todo lo real que debería, y no sabes cuál era el paso siguiente que ibas a tomar. Vislumbras una anotación en tu brazo, medio borrada, pero con todos los detalles de que es lo que tienes que hacer, con tu letra más o menos reconocible, anteponiéndote a algo que resulta demasiado conocido. Esperas hacer todo bien, que nadie se de cuenta, y ... bueno, ¿por dónde íbamos?

martes, 22 de mayo de 2012

El universo nos está hablando...

"Chicos, os he estado contando la historia de como conoci a vuestra madre, Y aun que hay muchas cosas que aprender de esta historia, puede que esta sera la mas importante. Los grandes momentos de vuestra vida, no serán necesariamente las cosas que hagáis, también lo serán las cosas que os ocurran. 

No estoy diciendo que no podáis actuar para cambiar el resultado de vuestras vidas. Debéis actuar y lo haréis, pero no olvidéis que cualquier día al salir de casa, vuestra vida puede cambiar totalmente. El universo tiene un plan chicos y su plan esta siempre en marcha. 

Una mariposa mueve sus alas y empieza a llover. 

Da miedo pensarlo , pero a la vez es maravilloso... todas esas piezas de la maquina en constante funcionamiento, asegurándose de que estés exactamente donde debes estar el momento que tienes que estar... en el lugar adecuado en el momento adecuado."



Ted Mosby - Cómo conocí a vuestra madre

sábado, 12 de mayo de 2012

American pie

Ahora con todo lleno de exámenes uno se plantea más lo que le falta en este momento. El salir, el tener un bar donde quedar con tus amigos cada día si quieres, y esa sensación de estar llegando tarde a casa que es jodidamente reconfortante. 

Es lo malo, ahora hay más responsabilidades. Nos planteamos un futuro, algo con lo que sobrevivir en el mundo. Dejamos las cosas vanales a un lado y nos centramos en lo que más nota nos puede hacer sacar: que si libros, apuntes, atlas de anatomía, trabajos, trabajos y horas más de biblioteca que de sueño y descanso juntos. Suena a coñazo, y efectivamente lo es. 

Querríamos que así no fuera, pero es como debe ser. Dejamos de ser niños hace tiempo, se acabó ya el instituto. Estamos en la universidad y todo ha cambiado. ¿... o no? Seguramente lo que más me mantenga despierto por la noche cuando estoy a punto de aplastar mis apuntes con la cabeza en el escritorio es esa sensación de que soy todavía joven, porque lo soy, y que este verano que viene merecerá la pena vivirlo. Que cuanto antes acabe los exámenes, más tiempo tendré para pasarlo con mis amigos de toda la vida, ir a nuestro bar favorito, sentarnos en nuestra mesa habitual, y pedir lo de siempre. Para cambiar los "Buenas noches Nueva York" por "NOSOTROS SEREMOS LO QUE PASA EN NUEVA YORK". Vivir mi propia película americana, como las que  hemos visto en el cine. Puede que sea todo ficticio, pero puedo asegurar que, por lo que he vivido, la realidad y las coñas de siempre son incluso mejor.


Vasos rojos y azules de plástico. Música rock de fondo. Unos cuantos barriles de cerveza, una piscina en el jardín de atrás, y una casa grande. Invitad a las chicas, servid copas, traed hielo,... empieza la fiesta.



lunes, 23 de abril de 2012

Pequeña sonrisa de Amélie

Ayer te vi en Le Moulin tras la barra,
con esas gafas moradas que tanto me gustan,
con tu cara de no haber roto un plato
salvando dificultades entre descafeinados y cañas.


Estabas preciosa con aquella falda naranja
y con el pelo corto despeinado,
no lo sabías pero en aquel momento supe que eras tú:
quien miraba absorta a la ciudad a través de su ventana,
y sonreía al imaginar a sus vecinos echando un polvo después comer,
eras la que velaba por la integridad de sus amigos,
la que insultaba en público a su perra lola
y después a escondidas se la comía a besos,
eras la que se quedaba dormida
escuchando su día libre de Quique González.

Imprescindible en mi vida de poeta,
incalculable tesoro que amo todas las noches en
cada uno de mis sueños.

Lástima que nunca llegaré a ser Nino,
nunca sabré el sabor de tus besos en la comisura de mis labios,
en mi cuello o en los párpados de mis ojos.
Jamás te llevaré al trabajo en mi motocicleta
ni te susurraré te quiero al llegar a casa.

Aún así me conformo.

Me conformo con saber que andas dibujando mis versos
en cada una de las paredes de este peculiar mundo.

(Antonio Huerta - Sonrisa de Amélie) 







"Sin ti, las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer"

(Hipólito, un escritor fracasado, a quien le gusta ver toreros corneados en televisión. El poeta).


jueves, 12 de abril de 2012

La Generación Perdida

Nací en el seno de una familia trabajadora, una pareja de hijos de inmigrantes andaluces que buscaban un futuro mejor en los años sesenta. Mi padre era un joven pastelero aficionado a los cómics de Marvel y mi madre una guapa administrativa con una miopía simple de dos dioptrías.

Cuando éramos unos críos nuestra vida giraba alrededor de las canicas, los trompos, el Quién es Quién, los Bollycaos,... en definitiva: cientos de productos que nadie catologó como tóxicos, peligrosos o insalubres. Nos pasábamos el día viendo a Espinete, a Lasy, el Equipo A, Makiber y un montón de programas y pelis que nos hicieron crecer confiando en que no importaba lo feas que se pusieran las cosas, al final las cosas siempre saldrían bien. Tendríamos nuestro final feliz.

Nos hicieron creer que formábamos parte de la generación mejor preparada. Éramos la élite y seríamos invencibles, solo tenemos que soplar las velas cada año, desear cualquier cosa, estudiar mucho, licenciarnos, ser honestos y encontrar a nuestra media naranja con un beso mágico. Nos casaríamos a los veinticinco y tendríamos un perro, dos hijos, una casa, dos coches, un chalet y seríamos felices y comeríamos perdices.

Hicimos caso: soplamos las velas cada año, deseamos cualquier cosa, estudiamos mucho, nos licenciamos, fuimos honestos y la respuesta fue un montón de mierda como la LOGSE, Bolonia, la burbuja inmobiliaria, el trabajo precario, las ETT's, la corrupción, la telebasura, la clase política, ... y ni rastro de las perdices. Somos la única generación que tiene que lidiar con tres crisis: la crisis de los 30, la económica y la crisis de valores.

Nos inculcaron que engañar, robar y mentir no nos traería nada bueno,... y una mierda. Existe una incontable lista de chorizos y mentirosos a los que no les va  nada mal.

Nosotros solo queríamos cumplir nuestros sueños y llegar a  ser astronautas, periodistas, deportistas, médicos, presentadores, actores, ... o como hice yo: soñamos ser músicos y hacer discos. Fuí un estudiante modelo: empecé a compaginar el trabajo y los estudios a los diecisiete, y ahora me veo a la puertas del desempleo, sin el chalet, sin los  dos coches, sin la casa, sin hijos y sin perro. Bueno,... el perro sí.

Esta es la historia de la generación perdida, una generación que se quisieron saltar, pero que seguirá buscando su final feliz.



(Anicet Lavodrama - Generación perdida ; http://www.verkami.com/projects/1466-ensayo-sobre-la-generacion-perdida-por-anicet-lavodrama)

miércoles, 11 de abril de 2012

Change the world

A veces tenemos todos ese impulso por dejar algo de lado, por abandonarlo todo porque creemos que aunque nos esforcemos nada se puede hacer. En un momento en el que las flaquezas se hacen aún más visibles a nuestros propios ojos. Cuando una tras otra decepción nos lleva a pensar  que no merece la pena nada. Que la vida dejó de tener sentido.

Exactamente,... ¿por qué? No creo que haya algo que se pueda dar por perdido. Solo hace  falta un impulso nervioso, un pequeño reactivo que nos devuelva al mundo del aquí y ahora. Poner los pies en tierra no significa fijarlos al suelo.

Se puede tomar esto en cualquier ámbito: en los estudios, en el trabajo, en una relación interpersonal, en la forma de ver la vida, en ... intentar cambiar el mundo. Eso, eso es lo que realmente queremos,... cambiar el mundo. Que el aleteo de una mariposa cree un huracán al otro lado del mundo. A pequeña o a gran escala, pero un huracán al fin de al cabo. Dejar huella en algo, o lo que es más importante: en alguien. Ser conscientes de que una persona es más allá de los ojos con los que mira, es historia, sentimiento, vida. Una visión que se está perdiendo. Yo no cambiaré la mía.

Creo que puedo cambiar algo, aprovechar mi vida y ser feliz a pesar de lo que pase.

Aunque,... es verdad. Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado que solo un iluso seguiría intentándolo....


... lo cierto,... es que siempre he sido un iluso.


(Big Fish)

sábado, 10 de marzo de 2012

You are great.

Cuando a veces lo único que hace falta es una pequeña sonrisa, un comentario amable, una "aprobación".... siempre acaba habiendo alguien que te saca del apuro, y que comprende a métodos prácticos cómo piensas y qué quieres. No lo digo por mí, sino en general.

 La gente se olvida con frecuencia de que lo que realmente cura no son las medicinas ni las intervenciones quirúrgicas, sino esos pequeños detalles que te alegran el día y te hace ver la vida con un color difícil de describir.

Si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiarte a tí mismo. Te sorprenderá lo que cambia la cara de alguien cuando le das los buenos días con una enorme sonrisa Profident.


Porque la gente puede quitarte las ganas, las cosas, el dinero, la vida,... pero ni por esas la felicidad.

lunes, 13 de febrero de 2012

Soy la rabia contenida de Jack.

«Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas. Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados».

Así empieza Brad Pitt a motivar a los socios del brutal y cinematográfico Club de la Lucha. No le falta razón, vivimos a expensas de una realidad consumista y autoritaria con lo que debemos hacer y comprar. Nos dejamos llevar fácilmente por una moda o por un estilo concreto, a veces sin darnos cuenta siquiera. Por eso me jode que cuando le enseño a alguien una canción que me guste desde hace tiempo me digan "Ah, pero si esa es la canción de..." y más cuando son clásicos, o que no sepan más de The Sunday Drivers, Journey, o The Shins por su aparición en películas o anuncios.

No se puede buscar dentro de la televisión o el ordenador lo que queremos para nuestra vida. Nuestra ventana está abierta en la imaginación y en la calle. Conocer a gente (aunque a veces nos decepcionen), vivir experiencias, viajar... olvidarse de todo.

Como en la película, hay que admitir y aceptar que la vida conlleva dolor, y que no podemos evitarlo, hay que pasarlo. Siempre. Queramos o no. Decir las cosas claras, dejar el chocolate espeso, y a la mierda con la autodestrucción. Queda poco, y no tengo ganas de nada más que de meter cuatro gritos y esperar una reacción humana.

Ya sé que yo no soy precisamente perfecto, y eso me gusta, qué vida tan aburrida sería si no.


Soy la melancolía perdida de Jack.



martes, 24 de enero de 2012

El mundo tras el cristal

Es algo que se plantea y cambia a lo largo de la historia. Si no, no habría habido ningún filósofo, ni una sola revolución. Se plantearía una sociedad grácil y sin aspiraciones, no se puede sustentar esa idea siendo como es el ser humano. Y me alegro.

La gracia de esta idea de cambio no es que la sociedad cambie y evolucione, sino que evoluciona impulsada por un primer pensador que lleva a cabo todo el mecanismo interno, el entramado de cables y cuerdas que mueven al resto. Puede ser una revolución intelectual, o revoluciones que llevan a guerras sangrientas con objetivos belicistas y expansionistas. Ninguna es mejor. Es todo dependiente de eso, del punto de vista. Se intenta hacer que el mayor número de personas se pongan de tu parte para que así tu visión se haga más fuerte y ganes confianza. Cuanta más tengas, mayor será tu radio de acción.

Individualmente cada uno tiene su propia identidad, su propia forma de ver el mundo, de comerlo y de oírlo. Puede cambiar, de eso se trata madurar. Los habrá que miren al cielo y que no vean más que eso, negro con puntitos blancos, y estará el que no puede evitar imaginarse figuras con ellos, escapar a la osa mayor y dar una vuelta por Orión. Que ve la luna como una gran bola blanca de queso Edamm, o un ovillo de lana. Es solo un ejemplo. Donde se ven esas cosas son en la forma de ver una relación, de entender el sexo, de tomarse los estudios, de pasárselo bien. De no olvidarse de lo que es importante para ti, de entender lo que es una persona, de poder preguntarse a uno mismo lo que sea sin miedo. Poder tener claras ciertas ideas, entender tu propia filosofía de vida, y ser feliz. 

Claro, eso no se consigue de la noche a la mañana. Admiro a la gente que es capaz de no ir como borregos detrás de los demás, que puede salir a la calle con sus ideas bien claras y la cabeza alta. Me gusta, o me gustaría ser así. Conformar una personalidad es una cosa, pensar algo porque sí es otra.

Yo... ¿qué queréis que os diga? Cuando es de noche y miro al cielo, me entran ganas de tener un bonito jersey blanco.




martes, 17 de enero de 2012

Y a la mierda con la autodestrucción.

No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus caderas... Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa, y esas maneras, y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.

Pero además la he visto seria ser ella misma, y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

Por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas, y cómo se revuelve sobre las baldosas, y qué facil parece a veces enamorarse. Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...

Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre. Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.

No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece, luego te abrace, y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.

Así que supondrás que yo soy el primero que entiende el que pierdas la cabeza por sus piernas, y el sentido por sus palabras, y los huevos por un minimo roce de mejilla. Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte, son algo con lo que ya cuento.

Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada, que hace tiempo que escribo los míos. Que yo también la veo. Que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo. Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior. Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido, y en formato secreto.Que me sé sus cicatrices, y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas, y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.

Que yo también he memorizado su numero de telefono. Pero también el numero de sus escalones, y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías. Que no solo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores. Y yo sí que no tengo cojones a decirla que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la Luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).

Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella, rendida a ese puto milagro que supone que exista.

Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos, y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino, y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

Que lo de "mira sí, un polvo es un polvo", y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas, y solo los sueños pueden posarse sobre las seis letras de su nombre.

Que te entiendo. Que yo escribo sobre lo mismo. Sobre la misma.

Que razones tenemos todos. Pero yo, muchas más que vosotros.


(Carlos Salem - "Yo la quiero por muchas más razones que vosotros" : Co-Razones).

lunes, 9 de enero de 2012

¿Qué ocurre cuando nos enamoramos?

Como resultado de ciertos estímulos el hipotálamo libera una potente descarga de endorfinas, pero ¿por qué esa mujer o ese hombre? ¿Hay una emisión de feromonas que corresponde a una señal genética complementaria o son unos rasgos físicos que reconocemos? Los ojos de una madre, una aroma que estimula un recuerdo feliz…

¿Es el amor arte de un plan, un inmenso plan entre dos modos de reproducción?

Las bacterias y los virus son organismos asexuados, con cada división celular, cada multiplicación, mutan y se perfeccionan mucho más deprisa que nosotros, contra esto respondemos con el arma más temible, el sexo.

Dos individuos, al mezclar sus genes, barajan las cartas y crean otro individuo que resiste mejor a los virus cuanto más diferente sea, ¿entonces participamos al saberlo en una guerra entre dos modos de reproducción?




(Mr Nobody)


Es una forma un poco enrevesada de verlo, pero no deja de tener sentido. ¿Qué ocurre cuando nos enamoramos? ¿Por qué ocurre? ¿Usamos demasiado a la ligera la palabra "amor"? ¿Qué es para nosotros estar enamorado? ¿Qué es el amor?

No pocas veces vienen estos pensamientos a mi cabeza. No tienen fácil respuesta, ni es simple explicarlo siquiera cuando lo sientes en tus carnes. Podría ser todo parte de un plan, un plan en el que necesitamos complementarnos con otra persona que cumpla unas facetas físicas concretas para la reproducción y psicológicas para la perpetuidad de una progenie dotada de los conocimientos y la experiencia necesarios para desarrollarse en el mundo. Además complementarios a nosotros mismos para no crear una herida en el ya delicado narcisismo humano; y por qué no que suponga un reto personal, algo que se pueda tomar como una forma de mejora personal, por alcanzar un mayor grado de (supuesta) sensatez en nuestra vida, que ahonde más en la mina del ego.

Podría, debería... muchos supuestos.

No digo que todo eso no pueda ser cierto, pero si así fuera, no existiría una pareja homosexual, ni el amor fraternal. Y lo hay. Vaya si lo hay. Puedes pasarte la vida de anacoreta y vivir en la montaña buscando la respuesta. Así no lo sentirás. El amor es lo que nos distingue de otros seres, lo que nos hace sentirnos verdaderamente vivos. Todo el mundo necesita amor, por los demás y por uno mismo. Una ilusión en la vida, un objetivo, una persona, un amigo, una pareja, un familiar,... algo, y sobre todo alguien.

No se puede renunciar al amor, es algo con lo que nacemos y con lo que morimos. Es algo precioso y necesario para toda vida humana. Algo que es tan maravilloso como horrible a veces, pero no deja de ser fantástico.

Todo eso me recuerda, además de a una escena ñoña de Moulin Rouge (xDDD) o a la famosa canción de Los Beatles, a esta intro, de una serie que seguramente me guste por la época que relata y la forma de ver el mundo que tiene desde pequeño el protagonista, pero esa frase se me quedará siempre:




"Sentirás el dulce abrazo de aquellos padres que dieron todo por ti..."

Mi vida sin mí.

Me lo han dicho últimamente, y es verdad: veo más lo negativo que lo positivo de las cosas.

Es difícil darse cuenta de ésto, porque no siempre me pasan cosas buenas, y de las que me acuerdo se han hecho, muchas de ellas, malas con el tiempo. Hay veces que con pensar en lo que tienes, se te va todo lo malo.  Pensar en tus amigos, en tu novia, en tu familia,... quitar la parte negativa y ya está. Pero no la elimino en este caso, me fijo más en lo bueno. Si no, el mundo no sería mundo, sería una simple aglomeración sustancial de lo que tú has querido hacer de él, dejando de pensar así, a la larga, en lo que no esté referido a uno mismo, porque así sólo se consiguen en definitiva quebraderos de cabeza, que vienen  a ser malos, ¿no? Acabas en una realidad feliz, feliz en la ignorancia, que tampoco tiene por qué ser mala, dado que todos vivimos en eso en mayor o menor medida. Cuando afecta a otra persona es preocupante.

Ni uno ni otro extremo son buenos, por una parte te preocupas por todo, incluyendo a los demás; por la otra, no te preocupas por nadie, sólo de lo referente a ti.

Me he ido centralizando más desde la primera, no llegando del todo, pero sí bastante. Antes se me hacía un mundo de cualquier cosa, mi felicidad pendía de un hilo, y terminó por romperse. Si lo intentaba llevar con humor, se me pasaba, pero solo era un método de defensa ante eso. Algo de lo que prácticamente he prescindido, por lo que esto podía suponer para otros, ser un "cabrón" y hacer a la gente sentirse mal consigo misma.

Poco a poco he ido intentando reparar muchas de las malas acciones que he hecho, que no son pocas, y a las personas que han afectado (me siento como Earl xD). Muchas me han perdonado, pero no otras. Tampoco he sido capaz de perdonar del todo a otra persona, y eso que nunca me ha pasado, supongo porque no pongo mucho de mi parte. Pero puedo seguir jodiendo las cosas, ya lo he comprobado. Intento mejorar, sé que  puedo, porque a  veces soy yo el mismo problema dentro de mi problema, de mi visión del mundo,  de mi vida.