martes, 26 de junio de 2012

Trainspotting

"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos baratos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro.

Elige la vida... ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?"

(Trainspotting)

domingo, 24 de junio de 2012

ANTONIN ARTAUD, ¿Qué es un alienado?

¿Qué se entiende por auténtico alienado?





Es un hombre que prefiere volverse loco -en el sentido social de la palabra- antes que traicionar una idea superior del honor humano.

Por esa razón la sociedad amordaza en los asilos a todos aquellos de los que quiere desembarazarse o protegerse, por haber rehusado a convertirse en cómplices de ciertas inmensas porquerías.


Pues un alienado es en realidad un hombre al que la sociedad se niega a escuchar, y al que quiere impedir que exprese determinadas verdades insoportables.


Pero en este caso la internación no es el arma exclusiva, porque la confabulación de los hombres tiene otros medios para someter a las voluntades que pretende quebrar.


Fuera de las pequeñas hechicerías de los brujos de pueblo están los grandes pases de hechizo colectivo en los que toda la conciencia en estado de alarma interviene periódicamente.


Eso puede ocurrir durante el día, pero habitualmente ocurre de noche.



Van Gogh, el suicidado por la sociedad.


Foto: Carla Cerati


martes, 19 de junio de 2012

La economía explicada con vacas

Siempre me ha encantado este texto, y me he dicho: ¡qué coño! es el mejor momento para ponerlo aquí xD



Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.

Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te DA algo de leche.

Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te VENDE algo de leche.

Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te las quita y te dispara en la cabeza.

Burocratismo: Tú tienes 2 vacas. El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.

Capitalismo tradicional: Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero. Luego te jubilas rico.

Capitalismo moderno: Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.

Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente, te haces millonario.

Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.

Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.

Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.

Capitalismo americano: Tienes dos vacas. Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.

Economía iraquí: Tú no tienes vacas. Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país. Tú sigues sin tener vacas.

Economía india: Tú tienes 2 vacas. Las pones en un altar para adorarlas. Después sigues comiendo arroz al curry.

Economía suiza: Hay 5000000000 vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.

Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.

Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva

Capitalismo italiano: Tienes dos vacas. Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡¡maledetto!!!

Capitalismo británico: Tienes dos vacas. Las dos están locas.

Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto.

lunes, 18 de junio de 2012

Corrientes circulares en el tiempo

La eterna ironía. ¿Qué pasaría si se pudieran desvelar los misterios de los viajes a través del tiempo?

Podrías cambiar algo en el pasado, pero al cambiarlo eliminarías la necesidad de viajar atrás en el tiempo en un momento posterior, por lo que no lo cambiarías, y todo quedaría exactamente en su mismo sitio, el momento e instante precisos para que todos los acontecimientos te lleven al punto de partida.

La filosofía de esta clase de desplazamientos es inmensa. Se cree que a través de un agujero negro de gusano se podrían alcanzar velocidades superiores a la de la luz, lo que haría que se viajara atrás en el tiempo si el transporte es adecuado y el vehículo resistente. Con esto podríamos, en teoría, cambiar los momentos amargos en nuestra vida, haciendo que todo quedara a nuestro gusto y que las situaciones desagradables estuvieran en un universo paralelo y ya inaccesible. Sin posibilidad de que al menos físicamente nos atormente la culpa o la ausencia.

Teóricamente todo nuestro universo podría cambiar con una pequeña anomalía, que si se llegara a aprovechar, alteraría nuestra visión de la vida tal y como la conocemos. Cada vida humana tendría mucho menos valor, porque es perfectamente recuperable y sustituible. Incluso podríamos tomarnos a nosotros mismos de otra época y así perder ciertos recuerdos que consideremos malos. Cambiaríamos las relaciones interpersonales, las emociones y la capacidad de afecto. Nos convertiríamos en máquinas guiadas por los instintos más primarios. Y con las mismas, cualquiera de ellas se podría hacer con el control de la sociedad. Acabaríamos volviéndonos unos contra otros por intereses egoístas.


Aunque todo esto carece de sentido cuando recordamos lo imposible que resulta cambiar algo en el pasado sin consecuencias en el presente. Todo está estipulado por tanto, y seguimos una serie de cánones que nos llevan a un lugar y momento adecuados para que se desarrolle la historia como debe desarrollarse, equilibrándose todo a partir del mismo presente, el único punto en el que podemos estar seguros de que nuestras decisiones no tendrán influencia sobre el pasado. A pesar de eso, seguimos preguntándonos qué pasaría si pudiésemos cambiarlo, si fuera todo sencillo, si no hubiese hecho eso o aquello. Preguntas sin respuesta, siempre.


"¿Y si pudieras volver atrás en el tiempo, no cogerías todas las horas de dolor y tristeza, y las cambiarías por... por algo mejor?"

viernes, 15 de junio de 2012

Sin City

Se estremece con el viento como la última hoja de un árbol que se muere. Dejo que oiga mis pasos. Se queda rígida un instante.


- ¿Quieres un cigarrillo?

- Claro, gracias. ¿Te aburren tanto como a mi?

- No he venido a divertirme, he venido por ti. Llevo días observándote. Eres muy deseable. No es tu rostro, ni tu físico, ni tu voz....son tus ojos. Las cosas que veo en tus ojos.

- ¿Y qué ves en mis ojos?

- Una serenidad salvaje. No quieres huir, afrontarás lo que tienes que afrontar, pero no quieres hacerlo sola.

- No, no quiero hacerlo yo sola.

El viento se eleva electrizante, ella es dulce y cálida, casi etérea. Su perfume es una dulce promesa que hace aparecer lágrimas en mis ojos. Le digo que no se preocupe, que la salvaré de todo cuanto le asuste y que la llevaré muy lejos. Le digo que…..la quiero.

....

El silenciador hace del disparo un susurro y la abrazo fuerte hasta que se desvanece. Ya nunca sabré de qué huía.

Cobraré el cheque por la mañana.







jueves, 14 de junio de 2012

La Edad de Oro

Esa época, embebida en recuerdos, en el fondo de la mente. Era pequeño, jugaba al Mecano, salía a la calle a jugar al fútbol, tenía un coche RadioControl, y se me quedaban blandos los cereales en la leche mientras me quedaba embobado viendo Montana, Pokémon o Digimon. Cuando la única preocupación era el tazo que te iba a salir en la bolsa de Chetos Pandilla o de que no quedaran Fantasmikos en el kiosko de la playa. Esos eran problemas de verdad. No entendía por qué la gente iba tan rápido de un sitio a otro si no estaba persiguiendo una pelota ni iba a tirarse al agua.

Imaginaba mis propios personajes en mundos geniales y fantásticos. Con dragones, héroes con armadura, espada y escudo, ... ciudades en peligro, superhéroes para los que no había nada imposible.

Dibujaba cosas siempre fuera de lo real, a excepción de animales y algún que otro paisaje con más fallos que aciertos. Me pasaba el día pensando cómo hacer para que la gente a la que veía tan estresada por todo, tuviera un respiro y fueran las cosas más fáciles. Enganchaba un par de cables por aquí, una pila allá, un trozaco de plastilina, y todo parecía  mucho más sencillo.

Hacía estaciones meteorológicas con un bote de yogur y cuatro palillos de dientes. Salía de excursión, de pesca, o me quedaba como una pasa mirando con las gafas el fondo de arena de la playa desenmarañando lo que fuera que estaba tan bien escondido.

Correr de un lado para otro, rasparse las rodillas... ¡Sí!, ¡estas son señales de haber combatido!

Todo en el recuerdo de la infancia. Ese niño no va a desaparecer nunca, ni quiero que lo haga. Me recuerda quién soy, cómo he llegado hasta aquí, y que no hay problema lo suficientemente importante que no lo pueda solucionar un poco de música que me lleve de nuevo a esa edad de oro.






Cuando eras joven y sabio, escribiendo tus cartas en la arena, y tu imaginación te llevaba todo de la mano.

¿No te has preguntado nunca qué locas aventuras puede haber en las corrientes submarinas por debajo de las olas, ... en el fondo del mar?

martes, 12 de junio de 2012

Dar el salto

"Han llegado a aburrirnos esos actores que expresan emociones falsas. Nos cansa la pirotecnia y los efectos especiales. Si bien el mundo de Truman es, en ciertos aspectos, una falsificación, el propio Truman no tiene nada de falso. Sin guión, sin apuntador,... no es siempre Shakespeare, pero es genuino. Es una vida."

Así empieza una de los mayores shows de la historia. Una vida completamente real embebida en la falsedad que se le ha mostrado. Sin opción, en principio, de elegir. 

No queda muy lejos del día a día. Queremos siempre algo que está fuera de nuestro alcance, que no conocemos del todo y que en ocasiones ni sabemos qué es. Solo sabemos que está lejos. Fuera de nuestro alrededor, de nuestro entorno habitual,... es un impulso de cambio y de mejora. Ver más allá de nuestras narices.

Las consideraciones se quedan a parte, y las consecuencias inquietan. Se desaprueba todo lo aprendido y se adquiere una nueva visión. Esa que nos hace propiamente humanos: la de querer hacer cosas nuevas, vivir nuevas experiencias y salir de lo preestablecido. Cuando ya hemos llegado a hartarnos de el plató en el que vivimos, y queremos saber hasta dónde llega  la madriguera de conejos.


Y por si no nos vemos luego: buenos días, buenas tardes, y buenas noches.


miércoles, 6 de junio de 2012

Si puedes imaginarlo, puedes crearlo

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que realmente nunca, nadie, vive dentro del mundo.

Actuamos conforme al pasado y al futuro, a universos paralelos inexistentes. A realidades que "hubieran podido ser si" o que "serán si". Es inherente a nuestra propia existencia buscar una respuesta a todas las posibilidades. Nos aburrimos en la misma realidad, queremos lo que se nos promete, lo que se nos niega o lo que tiene otro. Buscamos ahogarnos en vasos ajenos o irreales sin pararnos siquiera a ver hasta dónde podemos llenar el nuestro. Somos insaciables criaturas que no viven al día ni a la noche, que vivimos en sueños de locos.






Que me encierren. No porque sueñe despierto, sino porque intente ser el germen que haga llegar nuevas ideas, hasta entonces sólo imaginadas o escritas en cuentos y novelas, a término en este mundo.