jueves, 12 de abril de 2012

La Generación Perdida

Nací en el seno de una familia trabajadora, una pareja de hijos de inmigrantes andaluces que buscaban un futuro mejor en los años sesenta. Mi padre era un joven pastelero aficionado a los cómics de Marvel y mi madre una guapa administrativa con una miopía simple de dos dioptrías.

Cuando éramos unos críos nuestra vida giraba alrededor de las canicas, los trompos, el Quién es Quién, los Bollycaos,... en definitiva: cientos de productos que nadie catologó como tóxicos, peligrosos o insalubres. Nos pasábamos el día viendo a Espinete, a Lasy, el Equipo A, Makiber y un montón de programas y pelis que nos hicieron crecer confiando en que no importaba lo feas que se pusieran las cosas, al final las cosas siempre saldrían bien. Tendríamos nuestro final feliz.

Nos hicieron creer que formábamos parte de la generación mejor preparada. Éramos la élite y seríamos invencibles, solo tenemos que soplar las velas cada año, desear cualquier cosa, estudiar mucho, licenciarnos, ser honestos y encontrar a nuestra media naranja con un beso mágico. Nos casaríamos a los veinticinco y tendríamos un perro, dos hijos, una casa, dos coches, un chalet y seríamos felices y comeríamos perdices.

Hicimos caso: soplamos las velas cada año, deseamos cualquier cosa, estudiamos mucho, nos licenciamos, fuimos honestos y la respuesta fue un montón de mierda como la LOGSE, Bolonia, la burbuja inmobiliaria, el trabajo precario, las ETT's, la corrupción, la telebasura, la clase política, ... y ni rastro de las perdices. Somos la única generación que tiene que lidiar con tres crisis: la crisis de los 30, la económica y la crisis de valores.

Nos inculcaron que engañar, robar y mentir no nos traería nada bueno,... y una mierda. Existe una incontable lista de chorizos y mentirosos a los que no les va  nada mal.

Nosotros solo queríamos cumplir nuestros sueños y llegar a  ser astronautas, periodistas, deportistas, médicos, presentadores, actores, ... o como hice yo: soñamos ser músicos y hacer discos. Fuí un estudiante modelo: empecé a compaginar el trabajo y los estudios a los diecisiete, y ahora me veo a la puertas del desempleo, sin el chalet, sin los  dos coches, sin la casa, sin hijos y sin perro. Bueno,... el perro sí.

Esta es la historia de la generación perdida, una generación que se quisieron saltar, pero que seguirá buscando su final feliz.



(Anicet Lavodrama - Generación perdida ; http://www.verkami.com/projects/1466-ensayo-sobre-la-generacion-perdida-por-anicet-lavodrama)

2 comentarios:

  1. Una generación perdida que nos toca ahora sacarla hacia delante!
    Yes! WE CANN! (h) ^^

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  2. Jajajaja Pero nosotros no somos esta generación, somos otra generación perdida, desarraigada y sin objetivos. Somos Tyler Durden.

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