Es un tema ya tocado en películas como Matrix, pero adquiere un significado diferente en un nuevo descubrimiento para mi cultura cinematográfica: Nivel 13.
El asesinato del director de este proyecto y los descubrimientos que ha hecho, son la línea argumental de la trama.
A diferencia de Matrix, las personas que habitan en este programa son programas de por sí, y no poseen corporalidad fuera de su mundo. Por lo que se ve comprometida su definición a todos los términos.
Aquí se plantean muchos temas, como dónde se delimita la línea entre lo real y lo irreal, o qué es una persona y qué no lo es. La posible implicación del creador sobre este "submundo" a modo de dios.
Una película altamente recomendable, en la que puedes salir de los límites establecidos de la realidad, o aniquilar todo un universo con tan solo pulsar un botón.