"No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe...
No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma.
No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.
No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. Una que no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo.
No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, jamás se regresa..."
(Martha Rivera Garrido, poeta dominicana).
viernes, 14 de febrero de 2014
viernes, 27 de septiembre de 2013
¿Quién puede decirme que no pasará?
"Los finales nunca son fáciles, siempre los he idealizado de tal manera que nunca están a la altura de mis expectativas y acabo decepcionado.
No sé porqué me importa tanto como acaben las cosas aquí.
Supongo que todos queremos creer que lo que hacemos es importante, que la gente está pendiente de cada palabra que decimos, que le importa lo que pensamos. Y en realidad, podemos sentirnos afortunados si logramos, aunque sea por casualidad, que alguien, quien sea, se sienta un poco mejor. Porque al final todo se reduce a las personas que dejas entrar en tu vida.
Y mientras mi mente rememoraba las caras que había visto aquí me acordé de mi familia, de mis compañeros,, de los amores perdidos, ... incluso aquellos que ya no estaban. Y al girar la esquina todos volvieron a mi como una larga cola de experiencias compartidas.
Y aunque me sentía arropado, y seguro, sabía que tenía que acabar.
No sé porqué me importa tanto como acaben las cosas aquí.
Supongo que todos queremos creer que lo que hacemos es importante, que la gente está pendiente de cada palabra que decimos, que le importa lo que pensamos. Y en realidad, podemos sentirnos afortunados si logramos, aunque sea por casualidad, que alguien, quien sea, se sienta un poco mejor. Porque al final todo se reduce a las personas que dejas entrar en tu vida.
Y mientras mi mente rememoraba las caras que había visto aquí me acordé de mi familia, de mis compañeros,, de los amores perdidos, ... incluso aquellos que ya no estaban. Y al girar la esquina todos volvieron a mi como una larga cola de experiencias compartidas.
Y aunque me sentía arropado, y seguro, sabía que tenía que acabar.
No es bueno estancarse en el pasado, y el futuro ya no me parece tan aterrador. Podía depararme lo que deseara.
¿Quién puede decirme que mis sueños no se harán realidad sólo por esta vez?
¿Quién puede decir que no pasará?"
(J.D. .- Scrubs)
martes, 20 de agosto de 2013
13
Ignorado en los hoteles y en los deportes, rechazado en la lotería, omitido en autobuses, aviones, calles y edificios.
Los supersticiosos le tienen miedo.
Pero nadie recuerda que el 13 de enero de 1969 los Beatles sacaron el álbum "Yellow submarine".
Que un día 13 nació Mickey Mouse.
Que cada año la luna hace 13 órbitas completas a la Tierra.
Que un martes 13 comenzó la unificación de las dos Alemanias.
Que el 13 de abril es el día mundial del beso, y el 13 de septiembre el de mirar el vaso medio lleno.
Y lo que es más importante: se necesitan 47 músculos para enfadarse y solo 13 para sonreír.
lunes, 22 de julio de 2013
Discurso de graduación
Hemos empezado a dejar de ver la línea que delimita la educación y el adoctrinamiento. Se pretende llevar por el mismo camino de ganado cabrío a todos los niños para su control preciso y su producción completa. Que sean útiles para la sociedad.
¿Útiles? ¿Para quién?
Ningún oído se ha desarrollado del todo hasta escuchar la novena sinfonía de un campesino Ludwig van Beethoven con nombre de remolacha. La vida se representa con trazos que un primigenio homínido retrató a golpe de carbón y sangre. Hasta la Teoría de la Relatividad conoció un suspenso en matemáticas.
El mundo evoluciona por visionarios, que han visto en la historia y en la actualidad un lienzo inacabado. Una obra de arte con el potencial ilimitado, una preciosa y magnífica mujer con la que todos tenemos la oportunidad de bailar.
Es precisamente nuestra capacidad de cambio la que quieren que sea mermada hasta niveles ridículamente controlables. Evitar la distorsión de la campana de Gauss es la felicidad para los que se mantienen al poder. La educación es el sable de doble filo de cualquier estudiante. Necesita aprender, anhela saber lo que hay ahí fuera del aula, y se apuñala la visión crítica a través de la ventana.
Estudiar es necesario. Que se te evalúe es orientativo y de agradecer. Pero no deja de ser un número en un papel. Nadie puede decirte exactamente lo que sabes, ni el potencial que tienes, ni si eres "apto" para poder acceder a un puesto de trabajo que quieres,... por un examen.
Ningún papel me va a decir a mí lo que soy o no capaz de hacer. Es ridículo. Y es triste. Las barreras ya no son sólo imposiciones morales porque "es lo que se espera que hagas", sino jurídicas, arquitectónicas.... y económicas. Sólo puedes aprender si cumples con lo que quieren que seas, con lo que quieren que sepas, con lo que quieren que pienses,... y si tu cartera da de si.
Pero, en palabras de Erica Goldson en su discurso de graduación:
" [...]
Ahora estoy cumpliendo esa meta. Me estoy graduando.
¿Útiles? ¿Para quién?
Ningún oído se ha desarrollado del todo hasta escuchar la novena sinfonía de un campesino Ludwig van Beethoven con nombre de remolacha. La vida se representa con trazos que un primigenio homínido retrató a golpe de carbón y sangre. Hasta la Teoría de la Relatividad conoció un suspenso en matemáticas.
El mundo evoluciona por visionarios, que han visto en la historia y en la actualidad un lienzo inacabado. Una obra de arte con el potencial ilimitado, una preciosa y magnífica mujer con la que todos tenemos la oportunidad de bailar.
Es precisamente nuestra capacidad de cambio la que quieren que sea mermada hasta niveles ridículamente controlables. Evitar la distorsión de la campana de Gauss es la felicidad para los que se mantienen al poder. La educación es el sable de doble filo de cualquier estudiante. Necesita aprender, anhela saber lo que hay ahí fuera del aula, y se apuñala la visión crítica a través de la ventana.
Estudiar es necesario. Que se te evalúe es orientativo y de agradecer. Pero no deja de ser un número en un papel. Nadie puede decirte exactamente lo que sabes, ni el potencial que tienes, ni si eres "apto" para poder acceder a un puesto de trabajo que quieres,... por un examen.
Ningún papel me va a decir a mí lo que soy o no capaz de hacer. Es ridículo. Y es triste. Las barreras ya no son sólo imposiciones morales porque "es lo que se espera que hagas", sino jurídicas, arquitectónicas.... y económicas. Sólo puedes aprender si cumples con lo que quieren que seas, con lo que quieren que sepas, con lo que quieren que pienses,... y si tu cartera da de si.
Pero, en palabras de Erica Goldson en su discurso de graduación:
" [...]
Ahora estoy cumpliendo esa meta. Me estoy graduando.
Debería mirar esto como una experiencia positiva, especialmente al ser primera de mi clase. Aunque, en retrospectiva, no puedo decir que soy más inteligente que mis pares. Puedo dar fe de que soy mejor haciendo lo que se me dice y trabajando el sistema.
Aún así, aquí estoy, y se supone que debo de estar orgullosa de que he completado este periodo de adoctrinamiento. Me iré en el otoño para ir a la siguiente fase esperada de mí, con el fin de recibir un documento en papel que certifica que soy capaz de trabajar. Pero impugno que soy un ser humano, una pensadora, una aventurera – no un trabajador. Un trabajador es alguien atrapado en la repetición – un esclavo del sistema establecido antes que él.
Pero ahora, yo he demostrado exitosamente que soy el mejor esclavo. Hice lo que se me dijo al extremo.
Mientras otros se sentaban en clases y dibujaban para luego convertirse en grandes artistas, yo me sentaba en clases para tomar notas y convertirme en una gran tomadora de exámenes. Mientras otros vendrían a clases sin sus tareas hechas porque leían sobre un interés de ellos, yo nunca deje una tarea sin hacer. Mientras otros creaban música y escribían letras, yo decidí hacer créditos extras, aunque nunca lo necesité.
Así, me pregunto, ¿por qué quise esta posición? Seguro, me la gané, ¿pero qué saldrá de ello? Cuando deje la institucionalidad educativa, ¿seré exitosa o por siempre perdida?
No tengo idea de qué hacer con mi vida; no tengo intereses porque vi cada asignatura de estudio como un trabajo, y me destaqué en cada asignatura por el propósito de destacarme, no aprender.
Y francamente, ahora estoy asustada.
[...]"
(El discurso completo aquí).
lunes, 1 de julio de 2013
Chica vete a tu casa, no podemos jugar.
"Jamás pudo imaginar Antonio que aquella melodía que comenzó a componer mientras paseaba por la playa de la Malvarrosa, terminaría siendo todo un himno generacional. Aquel joven era un chico sencillo y reservado, un tipo tremendamente sensible que aprovechó su estancia en Valencia, para engendrar una de las composiciones musicales más importantes de nuestra historia: la Chica de Ayer.
Era verano de 1977 y Antonio Vega, un joven nacido en Majadahonda caminaba junto al mar de Valencia, ciudad donde cumplía con el servicio militar. Fue entonces cuando unos acordes comenzaron a fluir y a rondar en su interior, era el germen de una canción que ha emocionado a numerosas generaciones. Como el mismo declaró, la música surgió de forma casi espontánea, natural, otra cosa fue la letra, una parte que no pudo culminar hasta su regreso a Madrid.
Un año más tarde, en 1978, Antonio y su primo Nacho decían apostar por su futuro en la música y formaban el grupo Nacha Pop. En las primeras sesiones de ensayo, La Chica de Ayer era una balada lenta hasta que a la hora de producir su primer LP, Teddy Bautista decidió subir una marcha más a la velocidad de la canción. En 1980, cuando se publica, en pleno apogeo de La Movida madrileña, la canción cosecha un éxito abrumador. Fue sólo el primer paso de una banda ya legendaria. Un tema perenne que no hace distinciones de modas o clases, y que sigue conquistando con su aire melancólico.
La Chica de Ayer es una de las canciones que podríamos identificar como la banda sonora de Madrid. Una época convulsa y agitada que encuentra su antitesis en esta canción, pausada y envolvente. Todos nos hemos emocionado con los primeros acordes de esta canción, una secuencia de notas tan claramente distingubles que rasgan el alma y enamoran. ¿Quién no se ha emocionado al reconocer esas primeras notas? Lo abstracto de su letra y el sentimiento que ponía Antonio con su voz hicieron de esta canción todo un símbolo de una época única. Tres décadas más tarde sigue apareciendo en todas las listas (El País, Rolling Stone…) como la canción pop más importante de nuestra historia.
Muchas veces, paseando por Malasaña he tenido la sensación de estar escuchándola mientras caminaba en solitario por sus calles, las mismas que recorrió su autor tantas veces, y al pasar por la puerta del Penta no he podido evitar esbozar una sonrisa de complicidad. Un tema que surgió de la niñez musical de un genio y que, como el mejor de los vinos, mejora con el paso de los años. Artistas como El Canto del loco o Enrique
Iglesias han hecho su propia versión de un tema que todos identificamos en parte como nuestro, todo hemos tenido nuestra propio chico o chica de ayer, pero nunca ninguna sonará como la del gran Antonio Vega."
(Extraído de "Secretos de Madrid": http://www.secretosdemadrid.es/sonidos-de-madrid-la-chica-de-ayer/)
Era verano de 1977 y Antonio Vega, un joven nacido en Majadahonda caminaba junto al mar de Valencia, ciudad donde cumplía con el servicio militar. Fue entonces cuando unos acordes comenzaron a fluir y a rondar en su interior, era el germen de una canción que ha emocionado a numerosas generaciones. Como el mismo declaró, la música surgió de forma casi espontánea, natural, otra cosa fue la letra, una parte que no pudo culminar hasta su regreso a Madrid.
Un año más tarde, en 1978, Antonio y su primo Nacho decían apostar por su futuro en la música y formaban el grupo Nacha Pop. En las primeras sesiones de ensayo, La Chica de Ayer era una balada lenta hasta que a la hora de producir su primer LP, Teddy Bautista decidió subir una marcha más a la velocidad de la canción. En 1980, cuando se publica, en pleno apogeo de La Movida madrileña, la canción cosecha un éxito abrumador. Fue sólo el primer paso de una banda ya legendaria. Un tema perenne que no hace distinciones de modas o clases, y que sigue conquistando con su aire melancólico.
La Chica de Ayer es una de las canciones que podríamos identificar como la banda sonora de Madrid. Una época convulsa y agitada que encuentra su antitesis en esta canción, pausada y envolvente. Todos nos hemos emocionado con los primeros acordes de esta canción, una secuencia de notas tan claramente distingubles que rasgan el alma y enamoran. ¿Quién no se ha emocionado al reconocer esas primeras notas? Lo abstracto de su letra y el sentimiento que ponía Antonio con su voz hicieron de esta canción todo un símbolo de una época única. Tres décadas más tarde sigue apareciendo en todas las listas (El País, Rolling Stone…) como la canción pop más importante de nuestra historia.
Muchas veces, paseando por Malasaña he tenido la sensación de estar escuchándola mientras caminaba en solitario por sus calles, las mismas que recorrió su autor tantas veces, y al pasar por la puerta del Penta no he podido evitar esbozar una sonrisa de complicidad. Un tema que surgió de la niñez musical de un genio y que, como el mejor de los vinos, mejora con el paso de los años. Artistas como El Canto del loco o Enrique
Iglesias han hecho su propia versión de un tema que todos identificamos en parte como nuestro, todo hemos tenido nuestra propio chico o chica de ayer, pero nunca ninguna sonará como la del gran Antonio Vega."
(Extraído de "Secretos de Madrid": http://www.secretosdemadrid.es/sonidos-de-madrid-la-chica-de-ayer/)
jueves, 27 de junio de 2013
Yo elijo mi propia forma de arder.
“El verdadero daño es hecho por esos millones que quieren ‘sobrevivir’. El hombre honesto que solo quiere que lo dejen en paz.
Esos que no quieren sus pequeñas vidas afectadas por algo mayor que ellos mismos. Esos que no tienen partidos y no tienen causas. Esos que no se dan cuenta de su propia fuerza, por miedo a enfrentar sus propias debilidades. Esos que no quieren hacer olas – o enemigos. Esos para los cuales la libertad, el honor, la verdad y los principios son solo literatura. Esos que viven pequeños, se reproducen en pequeño, y mueren pequeños.
Es el enfoque reduccionista de la vida: si la mantienes pequeña, la mantendrás bajo control. Si no haces ruido, el coco no te va a encontrar.
Pero solo es una ilusión, porque ellos mueren también, esa gente que doblan sus espíritus en pequeñas esferas con la intención de estar seguros.
¡¿Seguros?! ¿De qué?
La vida siempre está al borde de la muerte; las delgadas callejuelas llevan al mismo lugar que las amplias avenidas, y una pequeña vela se extingue de igual forma que una gran antorcha.
Yo elijo mi propia forma de arder.”
.- Sophia Scholl
(Abajo imagen de Zenpencils para adaptarse al formato del blog).
miércoles, 19 de junio de 2013
La razón irracional
El cerebro funciona por la interconexión neuronal de diferentes axones, dendritas y células. La malgama de señales eléctricas que se producen, nos llevan a las sensaciones, a la visión, al razonamiento, a la memoria...; a cualquier cosa de la que somos o no conscientes. Realidades en un continuo control " sobre cuerda de equilibrista". Nuestra memoria, por ejemplo, viene influida por la mayor o menor importancia de los sucesos que hemos vivido, y cómo los hemos sentido. Un hecho traumático queda tan profundo en la mente como el primer beso, o una sonrisa.
Por motivos diversos, la capacidad que tenemos de realizar todas estas funciones se ve alterada de forma muy significativa. Normalmente, se debe a la neurodegeneración, con lo que perdemos memoria y lucidez. El vivir más y durante más tiempo nuestra vida, nos lleva injustamente a perder la capacidad de disfrutarla.
A pesar de todos los estudios neurológicos, anatomoclínicos, fisiológicos, psicológicos y endocrinos del cerebro, todo queda siempre en teorías. La capacidad humana es infinitamente imposible de medir, la memoria no puede verse en una radiografía, y la razón no puede ser digerida en una probeta.
El pensamiento es una herramienta de cuarzo de una sola pieza. No se puede fabricar ni reproducir, se nace con él. Y a la vez es tremendamente frágil. Aprendemos de qué forma usarla a lo largo de nuestra vida. Es necesaria para desarrollarnos en el mundo en el que nos encontramos, tener unas coordenadas que nos indiquen cuál es el aquí y cuándo el ahora. Pero, como cualquier cosa, no es reproducible, es único para cada persona. No hay una Estrella Polar correcta, cada una de los cuerpos celestes es el norte para alguien. La sociedad nos establece un mapa celeste sobre el que guiarnos. Los que se salen de él, están locos y son apartados, aunque puede que tengan más razón.
En la diversidad de formas de mirar al cielo nocturno, de imaginar las formas de las constelaciones, está la perfección humana del pensamiento: imposible de controlar; imposible de tocar; lleno de misterio, fantasía, dragones y mazmorras sin explorar.
Por motivos diversos, la capacidad que tenemos de realizar todas estas funciones se ve alterada de forma muy significativa. Normalmente, se debe a la neurodegeneración, con lo que perdemos memoria y lucidez. El vivir más y durante más tiempo nuestra vida, nos lleva injustamente a perder la capacidad de disfrutarla.
A pesar de todos los estudios neurológicos, anatomoclínicos, fisiológicos, psicológicos y endocrinos del cerebro, todo queda siempre en teorías. La capacidad humana es infinitamente imposible de medir, la memoria no puede verse en una radiografía, y la razón no puede ser digerida en una probeta.
El pensamiento es una herramienta de cuarzo de una sola pieza. No se puede fabricar ni reproducir, se nace con él. Y a la vez es tremendamente frágil. Aprendemos de qué forma usarla a lo largo de nuestra vida. Es necesaria para desarrollarnos en el mundo en el que nos encontramos, tener unas coordenadas que nos indiquen cuál es el aquí y cuándo el ahora. Pero, como cualquier cosa, no es reproducible, es único para cada persona. No hay una Estrella Polar correcta, cada una de los cuerpos celestes es el norte para alguien. La sociedad nos establece un mapa celeste sobre el que guiarnos. Los que se salen de él, están locos y son apartados, aunque puede que tengan más razón.
En la diversidad de formas de mirar al cielo nocturno, de imaginar las formas de las constelaciones, está la perfección humana del pensamiento: imposible de controlar; imposible de tocar; lleno de misterio, fantasía, dragones y mazmorras sin explorar.
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