lunes, 5 de diciembre de 2011

A 91 centímetros de mí mismo

Exactamente a esa distancia. Me pasa a veces, a mí también me cae de vez en cuando un meteorito. Uno metafórico, claro está, en el que se va acumulando todo. Todo lo ya pasado. Soy incapaz de desprenderme de eso.

Con pasado me refiero a lo que he hecho en mi vida, a todo lo malo (que es lo único que soy capaz de ver, por lo que parece). Es una sensación horrible no saber quién eres ya, que nunca lo has sabido, que vives mirando una escena de tu vida desde un punto alejado como si fuese una película de terror, en la que casi gritas  a la pantalla para decirle que no sea tonto y no abra esa puerta. Es exactamente eso, mi pasado me persigue, y es ahora cuando veo forma de reparar muchas cosas.... si estuviese en ese momento.

Me gustaría ser el de la película "El efecto Mariposa", y volver atrás. No hacerle daño a la gente, no vivir con un continuo sentimiento de culpa que hace que no pueda mirar a ciertas personas a la cara siquiera, dormir sin tener más pesadillas, y no necesitar algo para hacerlo.

Tengo ganas de gritar, de.... no sé de qué tengo ganas...

No sé si me estoy sumergiendo en alguna patología ya descrita por Freud en "Introducción al psicoanálisis", ni si es normal sentirse así casi a diario, no pudiendo más que escuchar música porque la espina que tengo clavada no puedo arrancármela sin ayuda. Me siento sucio, fuera de lugar, fuera de tiempo, sin saber quién soy, a 91 cm de mí mismo...


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